La semana pasada participé en el congreso de español en Málaga llamado XII FONCEI, organizado por Cervantes – escuela internacional y patrocinado por Fundación Unicaja, Consta del Sol Málaga y comunidad de Andalucía, con la colaboración de los editoriales Edelsa, Anaya, Edinumen, SGEL y FEDELE.
La frase que acompañaba al congreso fue “conectado en español” que me suena como un vínculo entre los profesores de español, especialmente los de España. No estoy segura, pero me parece que en el congreso participaron, en particular, los profesores nativos, aunque los que enseñan el español como lengua extranjera (ELE).
Nos conectamos en español
No os voy a decir sobre el contenido describiendo todos los talleres ni conferencias. Aquí tenéis el programa del congreso justo con los ponentes para mostrároslo y para que os hagáis interesados para el siguiente congreso.
Pero por otra parte os quiero dar mi comentario a las ponencias que me inspiraron de manera muy profunda. A mi juicio los siguientes conferencias eran los más interesantes para mí y me aumentaron y ampliaron el conocimiento del entendimiento de la lengua española, no solamente en el caso de la enseñanza a mis estudiantes, pero también en mi propio aprendizaje continuo del español.
Enfocamos en lo práctico
Para empezar, vale la pena mencionar el discurso de Antonio Muñoz Molina. Fue un placer encontrar en vivo y escuchar el escritor tan respetado en el mundo literario. Hace unos meses leí el libro titulado “Como la sombra que se va” y en este congreso puedo disfrutar de la charla sobra las invenciones y azares de él como escritor. A pesar del contenido de la ponencia, la lengua manejada por el escritor era como una dulce música para mis oídos. Justo después sabía que el congreso iba a ser un éxito y que establecemos el estándar de oro para el resto del evento.
La cuestión que siempre me encanta en los eventos organizados por los españoles es la cantidad de los talleres. Que no se limita a las ponencias teóricas, sino que lo práctico es lo más importante y lo que se recuerda mejor. La justificación de este modo de educar y actuar tenía lugar el sábado.
Me gustaba mucho el orden de las ponencias, que quizás no fuera aleatorio. Comenzando con el establecimiento de identidad del profesor de ELE me confirmó que de verdad soy una profe de español, para que lo hago y que yo como profe soy crucial en el proceso educativo y no solo el alumno. Obviamente pongo el alumno en el primer lado enseñando, pero es fundamental no olvidar de sí mismo en toda esta situación. Presentación de las ocho competencias docentes estableció mi posición como profesora, porque pensando en ello podía analizar críticamente mi comportamiento en las clases del instituto.
Si eres profesor(a) de español, puedes comprobar si tienes los siguientes competencias:
Haz un click a las competencias para comprobar si las entiendes correctamente.
Otra ponencia que me interesó profundamente fue la del tema de los tiempos pasados. Si me seguís en el Instagram, sabes que el tema de los pasados es un asunto que me interesa muchísimo. Hasta el nivel que creé un curso en línea para los estudiantes que quieren aprender cómo utilizar los pasados desde el principio o quieren establecer de manera muy ordenada su conocimiento y habilidades de utilizar el tiempo pasado.
En efecto este tema se conectaba con la ponencia siguiente sobre la huella que dejamos manejando un idioma. A pesar de la cuestión teórica, y que utilizando la construcción gramatical concreta lo hacemos con el objetivo determinado, hay que tener en cuenta que cuando hablamos o escribimos algo dejamos un señal en la vida de las personas que nos escuchan o leen nuestros mensajes o posts.
¡Conoce a tu cerebro!
Concluyendo el tema del congreso quiero mencionar el último taller de la neurodidáctica que se puede aplicar no solamente en el proceso del aprendizaje de ELE, sino también en las clases de cada asignatura escolar. Los estudiantes necesitan la variedad de los métodos y enfoques a la temática de las lecciones, porque nuestro cerebro y el motivo de concentración funciona al mimo modo durante todas las asignaturas y no solo las lenguas o literatura. Podemos utilizar la plasticidad a favor del proceso educativo porque aprendamos pensando y sintiendo. El valor emocional sirve como un canal motivador y que nos facilita recordar la información de manera más eficaz. Los factores muy significantes en este caso es también el momento y la duración de nuestro estado de atención y el tiempo de recuperar las ideas después de aprenderlas.
En definitiva, como podéis ver, fue un tiempo de gran intensidad tanto cognitiva como lingüística, pero de verdad necesitaba las actividades así. Para mí, como no nativa, no es solamente un tiempo de desarrollo pragmático en el caso de enseñanza de ELE, sino también una posibilidad de incrementar mi nivel de español.
No es la primera vez que viajé a Malaga para desarrollarme profesionalmente. Hace dos años participé en un curso sobre la digitalización de la clase de ELE. Fue una parte del programa Erasmus +. Puedes leer sobre mi estancia en Málaga en 2022 aquí.
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